Los minerales desempeñan un papel importante en la salud general del organismo, y su carencia puede afectar al cabello. El pelo, como las uñas, está compuesto principalmente de queratina, que a su vez necesita ciertos minerales para crecer y fortalecerse.
Uno de los minerales más importantes para un cabello sano es el zinc. El zinc ayuda a mantener sano el cuero cabelludo y favorece la producción de cabello nuevo. Su carencia puede provocar la caída del cabello, y el que ya existe puede volverse quebradizo y débil. El zinc puede obtenerse de diversos alimentos como el marisco, los frutos secos, los huevos y los guisantes.
Otro mineral importante para un cabello sano es el hierro. Este mineral ayuda a las células sanguíneas a transportar oxígeno a los folículos pilosos, lo que estimula su crecimiento. La carencia de hierro puede provocar un cabello fino y quebradizo, así como su caída. Entre las fuentes naturales de hierro se encuentran la ternera, la pechuga de pollo, el marisco, la quinoa y las espinacas.
Otros minerales importantes para el crecimiento del cabello son el selenio, el cobre y la vitamina D. El selenio ayuda a combatir el estrés oxidativo y puede contribuir a fortalecer el cabello. El cobre favorece la formación de colágeno, que mantiene sanos el cabello y el cuero cabelludo. La vitamina D ayuda a fortalecer los folículos pilosos, favoreciendo el crecimiento del cabello.
Además de una dieta adecuada, puede tomar minerales adicionales en forma de suplementos. Sin embargo, es importante consultar a un médico o nutricionista antes de empezar a tomar suplementos.